Recuerdo que hace un tiempo, cuando empecé a estudiar marketing digital, tenía una clienta que estaba comenzando su negocio de coaching.
Me contrató para hacerle su página web.
Y la hice.
La web quedó bonita, muy profesional, pero había un problema.
Ella no conseguía vender nada.
Teníamos toda la web corporativa lista: página de inicio, "Sobre mí", "Mis servicios" (donde ella presentaba su proceso de coaching), blog, testimonios, contacto...
Un montón de páginas, todo muy bien diseñado, pero no vendía.
Y no porque la web fuera mala, que no lo era.
El problema era que era una web más, igual a todas las demás.
Habíamos trabajado mucho en ella, pero no decía nada nuevo.
Si cogíamos el logo de mi clienta y poníamos el de otro negocio, la web seguía funcionando igual.
Era una web demasiado estándar.
Decía lo mismo que decían todos los demás. Lo mismo que decía todo el mundo.
A mí me habían enseñado a diseñar páginas web de esta forma.
Todo el mundo lo hacía.
Pero eso no vendía nada.
Y ahí estaba el verdadero problema.
Después de toda la inversión de ilusión, tiempo y dinero, la web no estaba generando ventas.
La vi quebrar.
Me sentí muy mal por ella.
Seguí diseñando más páginas web, nuevamente corporativas. Pero me encontraba con el mismo problema.
Las webs eran bonitas, premium, pero no vendían.
Fue entonces cuando empecé a ver una tendencia.
Varios de mis clientes estaban teniendo que cerrar sus negocios, a pesar de tener un buen producto.
La razón: no conseguían clientes, incluso con una web bien diseñada.
Fue en ese momento cuando me di cuenta de algo importante: las páginas web normales no funcionaban.
Entonces, comencé a estudiar sobre embudos de ventas.
Hoy en día, solo hago embudos de ventas. No hago sitios web tradicionales.
Y si hago alguna web, aunque parezca corporativa, en realidad es un embudo.
Todos mis proyectos están enfocados a una sola cosa: que el cliente realice la acción que queremos.
Nuestro negocio no es un hobby.
Hay que ganar dinero en internet.
Tener una web que no vende es un desastre.
Es una ruina.
Por eso, es imprescindible tener embudos y sistemas que realmente funcionen.
Y quiero ayudarte a iluminar tu negocio, con una sesión personalizada entre tú y yo.
Pero ojo...
No es una sesión a la que podrá acceder todo el mundo.
De hecho, puede que tú ni siquiera puedas tomarla.
Cómo transformar tu web en una máquina de ventas en 5 pasos
Obtén las claves para diagnosticar tu página, optimizarla y empezar a convertir visitas en clientes.